lunes, 12 de julio de 2010

Dulce memoria...


Chocolate, y pan el aroma de mi niñez, libros y cuentos, palabras suspendidas entre las cuatro paredes de una clase, el olor a café en la casa, los aromas del pasillo, la única preocupación, el deleite de manjares no complacientes a mis papilas gustativas, pero siempre ahí los olores...

Las texturas y sabores, mientras ordenaba las estanterías de libros de mi escritorio, recordaba sus colores, sus imágenes, el sabor de cada historia, el olor de sus páginas impregnadas en la memoria.

Aquellos viajes interminables al centro de la tierra, o a la luna, si por el contario decidías no conocer a Jack y pasar a la página 24. Y ahí entre tantos barcos de vapor, mi primer libro, atípico, diferente a todos, no solo por su forma cuadrada y sus grandes imágenes, sino por ser el preludio de tantos sueños impresos. Pulgarcito, recuerdo sus ilustres dibujos, fotogramas grabados en la mente y su historia en la tapa trasera ofreciéndose al hozado narrador dispuesto con su voz a sumergirnos en un mundo nuevo.

El olor a chocolate, las tardes de nutella y las cucharadas de leche condensada, leche en polvo… los juegos en aquella calle, alguna que otra tarde buscando las llaves, robando pañuelos, tizas en el suelo números de colores…

Desde aquella altura, todo era inmensamente GRANDE Y FASCINANTE, los problemas siempre más pequeños…diminutas pasas que salpicaban el queque del desayuno, fastidiando desde nuestro punto de vista una textura esponjosa y ligera…

Nostalgia…de quien pasea por aquellas calles, paso tras paso dejando detrás con cada huella cada segundo del tiempo…

Imágenes: http://www.fotografosartisticos.es/luis-beltran/ ; http://www.mundofotos.net/foto/huellas/713302/dejando-huella

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